Santiago se convierte en un centro de contacto
e intercambio entre todas las ciudades europeas. El símbolo
de Santiago es la concha que representa las buenas obras
de todos los peregrinos. Se dice que la melodía de la
concha de Santiago resuena en los oídos de la gente y
con ella aumenta la devoción y la fe.
En noviembre de 1995 el ministro europeo
de cultura declaró que Santiago de Compostela fuera Capital
de Cultura del año 2000.
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